Como espacio cívico de toda urbe romana, el Foro de Ercávica adoptaba la forma de una plaza rectangular rodeada de pórticos y pavimentada con grandes losas de piedra. En los laterales de este complejo monumental se disponían diversas edificaciones públicas. Así, en su extremo norte se situaban en una posición elevada cuatro edificios adosados entre sí, que servían como sedes de las instituciones locales y de la administración pública, entre las que se encontraría la curia, sede del Senado municipal.
En su lado occidental se encuentran una serie de tabernae, una serie de locales adosados entre sí, abiertos hacia el cardo maximus, que flanqueaba este lateral del foro. En cambio, en el lado oriental, se erigió un imponente criptopórtico, un edificio rectangular y alargado construido en dos alturas, que permitía salvar el desnivel del terreno existente en esa vertiente (habilitando el acceso a ese nivel inferior del flanco este), al tiempo que posibilitaba ampliar la anchura de la propia superficie de la plaza.
Al sur del foro destaca la basílica, el emblemático edificio municipal destinado a diversas funciones públicas, principalmente la actividad jurídica. Presenta la habitual configuración de tres naves: la central, de mayor anchura y altura respecto a las dos laterales, con una considerable envergadura que dotaría al edificio de un porte monumental.
En esta área foral se recuperaron diferentes materiales arqueológicos que atestiguan la riqueza de la decoración arquitectónica y escultórica del conjunto, entre ellos algunas piezas de bronce o los retratos marmóreos pertenecientes a estatuas de varios miembros de la familia imperial, como el identificado con uno de los nietos del emperador Augusto, Lucio o Cayo César, y el de Agripina (esposa de Claudio y madre de Nerón), todos ellos depositados en el Museo Provincial de Cuenca.